Diario de un patio abandonado
Día 25 915
Hoy suman 25 915 días desde que me abandonaron. Sé que hace bastante tiempo que no escribía pero he estado muy ocupado poniendo en orden mi jardín. Ser un patio no es fácil; unas plantas se te cuelan por la parte trasera, mientras otras nacen de debajo del suelo, sin importarles mi intimidad.
Pero bueno, tampoco hay muchas novedades desde el último día, o el anterior, o el otro… ¡Oh! Bueno, sí, se ha instalado una familia de patos, como en los viejos tiempos, entre la pérgola y el limonero. Son viajeros sin rumbo que pretenden quedarse un tiempo a disfrutar de mi encanto, y a cambio, me cuentan anécdotas sobre otros patios como yo…
Emprendieron su largo viaje desde Australia, entre los restos abandonados del SS Ayrfield, en Homebush.

Los restos del SS Ayrfield en Homebush Bay, Australia.
Siguieron hasta Camboya, donde hicieron una pequeña parada en los templos escondidos de Angkor.

Templos tragados por la jungla, Angkor.
Cruzaron toda Rusia y descendieron el vuelo en Ucrania para poder cruzar por el túnel del amor. Parece ser que es un túnel formado por el paso del tren en una zona de abundante vegetación.

Túnel del amor, Ucrania.
Descansaron en una cabaña de pesca de Alemania. Está perdida en un lago rodeado de montañas, no recuerdan nada más que silencio y paz.

Cabaña de pesca en un lago, Alemania.
Y cruzaron el Atlántico en busca del continente Americano. Encontraron un molino abandonado al oeste de Quebec que les robó el corazón. Dicen que les recuerdo un poco a él por la esperanza que tenemos de ser encontrados de nuevo.

Molino abandonado. Quebec, Canadá.
Bajaron hasta Colombia y se instalaron en el Hotel Salto. Parece ser que ahí se hospedaban muchos pájaros; conocieron a unos que habían hecho prácticamente la misma ruta.

Hotel Salto, Colombia.
Y aquí han acabado , en España, explicándome como la Madre Naturaleza reconquista los lugares que el humano olvida. Y con ganas de fiesta y desconexión. Pero ya os digo yo que en la prisión de Fuerte de San Cristòbal lo que van a encontrar es más de lo mismo…
En fin, ¡este soy yo!

Fuerte de San Cristóbal, Navarra.