Tres trucos para que tus plantas beban mientras no estás en casa
Una de las formas más fáciles de cultivar en un jardín es mediante macetas. “El sol aparece por allí y se marcha por allá… la maceta la coloco aquí y listo.” Tampoco importa mucho la calidad de tierra que tengáis en vuestro patio, como plantáis en macetas, la compráis y ¡listo!… El agua, en cambio, sí que es algo que puede suponeros un gran desafío, plantéis en macetas o no, sobre todo durante una época tan cálida y seca como el verano.
En un clima como el de España, por ejemplo, en épocas en las que hace mucho calor, no basta con regar una vez al día, las plantas tienen que recibir agua durante toda la jornada para no secarse.
Y para que a vuestras plantas no les dé un golpe de calor ahí van tres inventos con objetos cotidianos que os pueden ayudar:
Botellas de agua

Basta con hacer unos cuantos agujeros en el fondo de una botella de plástico, meter unas cuantas piedras para que no se vuele cuando se vacíe, llenarla de agua, cerrar el tapón para que el agua no se evapore y colocarla cerca de lo que queráis regar. El agua se filtrará lentamente y mantendrá la tierra tan húmeda como la planta necesite.
Bolsas de plástico



Este es el método más simple de todos y el más cómodo, ya que al ser más pequeñas y flexibles que las botellas de agua, las bolsas de plástico caben mejor entre las plantas.
Macetas de terracota
Para llevar a cabo este método tenéis que coger macetas de terracota, sellar el orificio inferior con arcilla, enterrarlas procurando dejar unos 5 cm por encima del suelo, llenarlas de agua y taparlas con un plato para que esta no se evapore. Esta forma de regar es la más laboriosa de instalar pero una vez hayáis colocado las macetas, todo se convierte en algo mucho más cómodo tanto para vosotros como para vuestras plantas.
¡Agüita para el jardín que es verano!